El filme retrata a la filosofa alemana Hannah
Arendt, quien fue la discípula predilecta de Martín Heidegger y una de las
mentes más brillantes del siglo XX.
La directora Margharette von Trotta, se centra en
el momento en que esta pensadora judía y exiliada en los Estados Unidos, es
enviada a Jerusalén por el periódico The New Yorker a cubrir el juicio de un
criminal de guerra nazi, Adolf Eichmann.
Durante cuatro años (1961 a 1964) Arendt,
interpretada de manera magistral por Bárbara
Sukowa, escribe y sobrevive a la recepción de su obra marcada por la controversia; ya que su libro
subtitulado “la banalidad del mal” provocará de manera inmediata un escándalo internacional
debido a que la autora escribirá que Eichmann no mostró ningún rastro de
antisemitismo, ni culpa ni odio durante el juicio y que este hombre no tenía
ninguna responsabilidad porque estaba simplemente “haciendo su trabajo” ,
estaba cumpliendo con su deber ya que obedecía la ley.
El relato, de aproximadamente dos horas, nos
mantiene atentos a la pantalla grande,
mientras observamos la intensidad de esta mujer que es acosada por críticos y apoyada
por un círculo pequeño de amigos leales, entre ellos a Mary McCarthy que estará
en la piel de la actriz Janet McTeer que una vez más se muestra exquisita y
convincente en su papel.
Hannah Arendt y la banalidad del mal, es un drama biográfico
que presenta excelente actuaciones, fotografía y primeros planos que ayudan a
la tensión dramática de la historia.
También podemos ver que las imágenes del juicio a Eichmann son
documentales de la época.
Es imposible no salir de la sala y reflexionar
sobre el pensamiento de esta valiente mujer que escapo de un campo de
concentración y que aún así expresa que “tratar de entender no es perdonar” y
que “el mal no puede ser banal y radical al mismo tiempo”.
Muy bueno me dieron ganas de ver la película. Gracias
ResponderEliminarExcelente critica!!!
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