San Agustín dijo alguna vez " si no me preguntan qué es el tiempo sé qué es; pero si me preguntan qué es el tiempo ya no lo sé" Sin embargo, la vida está hecha de tiempo, tiempo que se reparte entre recuerdos y expectativas.
Jérôme Bonell, director y guionista del filme "El tiempo de los amantes"; retrata en la pantalla grande una historia sobre el tiempo y la soledad. Esa soledad que nos permite ser nosotros mismos frente a los extraños y no con los seres que nos rodean en nuestra vida cotidiana.
Emmanuelle Devos y Gabriel Byrne son los protagonista de esta historia. Un profesor de literatura y una actriz. Ambos cruzan miradas en un tren que los lleva a ambos a la Ciudad de la luz, él va a un funeral y ella a un casting.
Desde esas primeras miradas y hasta el final del relato, serán las responsables de hacer presente el deseo entre ambos desconocidos.
El director, usa primeros planos de diferentes relojes, desde la hora en la pantalla de un celular hasta el reloj de la estación de tren en París; para marcar de manera material el paso del tiempo. El tiempo es la constante en este relato, además de encuentros y desencuentros entre los extraños amantes. Llegadas tardes al casting o retrasos de la actriz para volver a Calais donde tendrá función de teatro interpretando una obra de Ibsen.
Los amantes no tienen muchos diálogos, son sus miradas las que se comunican. Por otro lado, el director también hace referencias a la crisis económica europea; esto se visualiza en la desesperación de no poder retirar dinero de los cajeros, de no poder pagar un café de 15 euros y tener que visitar a una hermana para pedir dinero, en buscar dinero en monederos y cajones hasta encontrar algunas monedas.
El relato cuenta con algunas escenas de humor simple y cotidiano. Por momentos, los silencios entre los amantes y esos diálogos cortos sin tanta información traen a la memoria el filme de Bertolucci, "Último tango en París".
Retomando la filosofía, Bonell cita a Pascal en boca de uno de los personajes secundarios, lo cual es algo inteligente de su parte, un personaje que podría pasar inadvertido es quien plantea el tema del tiempo y la felicidad. "La felicidad del presente, no existe" Reflexionando sobre que la felicidad es ese momento que recordamos o ansiamos pero nunca es el aquí y ahora.
Llegando al final de la historia, seguramente el espectador recuerde a Pascal y su cita. Tal vez se pregunte si el tiempo de los amantes es solo tiempo presente y la felicidad de ese amor llegará cuando uno se detenga a recordar lo que fue e imagine en lo que no pudo ser.
Sin embargo, el director deja cierta esperanza al espectador en que la historia de los protagonistas pueda seguir en otra vida, según dice Byrne en sus líneas finales. Luego de eso la ve partir y nosotros desde la butaca nos quedamos con la duda de si la pierde para siempre o se arriesgará a volverla a encontrar.
Estimada Verónica yo no vi la película pero según lo que leí en tu articulo, me parece una muy interesante película ya que el tiempo esta presente y marca cada momento de nuestra vida, resulta interesante dedicarle un rato de nuestro tiempo para poder analizarlo mediante el arte.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarTu comentario me recuerda esos viejos programas de cine donde el espectador se preparaba con informaciòn valiosa para disfrutar mejor la funciòn.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Esa es mi intención.
EliminarLa película me gustó. Por todo lo que no se dice, por lo que apenas se deja entrever, por lo inmediato del encuentro y la capacidad de mirar y mirarse sin apuro. Y me gustó la cámara, su plantarse allí y dejarnos también mirar sin apuro.
ResponderEliminarY me gusto mucho tu comentario. Muchas gracias.
Muchas gracias Marta por escribir sobre mi articulo y dejarme su visión del filme. Suerte.
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