sábado, 21 de abril de 2012

Mala Semilla

No es ninguna novedad que los hijos no vienen al mundo con manual de instrucciones. Tampoco es noticia que, las relaciones padres e hijos son especiales y difíciles. Y si, mencionamos la relación madre - hijo, no debe  existir madre que no confirmé que es un amor extraordinario y complejo de explicar. Desde tiempos remotos se habla, se escribe y se analiza esta clase de amor. Basta con leer Edipo Rey, de Sófocles a las teorías freudianas para empezar. 
"Tenemos que hablar de Kevin", de Lynne Ramsay basada en la novela homónima de la escritora americana Lionel Shriver; plantea la relación conflictiva y perturbadora entre una madre culpable y atormentada que busca en el pasado, en la infancia de su manipulador hijo las respuestas frente a su solitario presente. 
 Tenemos que hablar de Kevin, es un relato cinematográfico que requiere un espectador muy pero muy atento. Desde el inicio del mismo, se presentan varios flashbacks (recurso que se utiliza para llevar las acciones a tiempos pasados) por parte de Eva, madre de Kevin que desde su llegada al mundo se muestra hostil y agresivo, y a medida que crece manifiesta cierta personalidad manipuladora e incluso sádica. 
Eva, es interpretada por la exquisita y maravillosa Tilda Swinton, que desde Orlando hasta nuestros días no deja de sorprender y encantar con sus interpretaciones. Particularmente, en este filme se muestra en todo su esplendor actoral. 
Jasper Newell, el niño que interpreta a Kevin y Ezra Miller, quien es el adolescente a punto de cumplir sus 16 años, momento clave para este drama tan crudo; tanto Newell como Miller no se quedan atrás con sus brillantes interpretaciones. Las miradas de ambos actores cruzadas,cada una en su momento, con las de Swinton, forman una telaraña que atrapan al público a medida que avanza el relato. 
El filme, también cuenta con una banda sonora  magnifica que, desde el principio acompaña cada plano haciéndose complice de cada momento en crescendo de esta asfixiante historia. 
John C. Reilly, es quien interpreta al marido de Eva, padre que consciente a Kevin con regalos y que a pesar de las observaciones de su mujer sobre el joven parece no darse cuenta de nada, ni siquiera sospecha su cruel  y triste final cosa que los espectadores pueden llegar a adivinar una vez que se va acercando el final de la película. 
Una madre que se siente culpable, un sádico hijo y un crimen imperdonable forman el triángulo perfecto para mantener al espectador dos horas frente a la pantalla grande.

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