viernes, 6 de abril de 2012

Cuando la actriz de reparto gana protagonismo

Si bien el filme, Albert Nobbs aún no se ha estrenado en nuestras salas de cine; este título ya nos es familiar, ya que  su protagonista Glenn Close, ha sido nominada al Oscar por su exquisita interpretación. El filme también ha competido por  el premio a mejor maquillaje; pero ambas estatuillas fueron para La dama de hierro.
Albert Nobbs, es una historia sencilla, tierna y que nada tiene de original, ya que no es la primera vez que el cine nos muestra a una mujer fingiendo ser hombre. En este caso, Glenn Close se pone en la piel de una mujer que por mero instinto adopta la identidad masculina para sobrevivir  en la ciudad de Dublin a fines del siglo XIX, donde la solución para algunos  era emigrar hacia América. 
Nuestra protagonista hace años que trabaja en el Hotel Morrison, lugar donde se aprecia el desfile de interesantes personajes y en especial las penurias de la clase trabajadora bajo una burguesía dominante por aquel entonces en Irlanda. 
Lo que más me intereso de este filme fueron sus actuaciones, es lo que considero de verdad relevante más allá del relato y la historia del mismo. Y hablando de actuaciones, y si bien no puedo quitarle mérito a Close, no puedo dejar de lado a la actriz de reparto, Janet Mc Teer. Reconozco que por esta actriz siento una simpatía particular, ya que jamás me defraudo en alguna de sus interpretaciones; pero en su papel de Hubert Page, no ha dejado de asombrarme. Reconocería el rostro de Mc Teer sin importar la cantidad de maquillaje que usaran para adaptarla a cualquier personaje; pero a medida que el filme avanzaba su interpretación y a pesar de saber que Page es otra mujer que finge ser hombre y que a diferencia del protagonista, está casado con otra mujer de nombre Cathleen, me resultaba difícil no poder ver a la mujer detrás del papel. Es decir, es increíble como la actriz convence al espectador, que es un hombre que se dedica a pintar hogares u hoteles para sobrevivir. No es casual que este personaje, enigmático señor Page, al principio, sea quien descubre la identidad real de Nobbs. Y aunque Page para garantizarle a Albert que su secreto está a salvo con él , muestra su pecho desnudo para que Nobbs y el espectador se enteren de que están frente a otra mujer. El asunto es, que a pesar de que la pantalla muestra marcas de un cuerpo femenino, uno después avanzado el relato ve a un hombre con senos, pero no ve a la mujer. 
El personaje que interpreta Janet Mc Teer por momentos se muestra incluso mucho más difícil que, el interpretado por la protagonista. Y por qué no decirlo también, se gana el protagonismo.

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