domingo, 18 de marzo de 2012

Extrema Sinceridad

Imagino que, a más de uno alguna vez le pasó que estando en una reunión en plena armonía o al menos en aparente armonía y formalidad, cuando todo iba bien a alguien se le ocurre hablar de política o religión y zas todo se pudre. Un comentario tal vez sin mala intención de ofender a nadie termina siendo el detonante para que algo lleve a otra cosa y así una cadena de asociaciones casi sin sentido logra que algunos se insulten o por qué no lleguen a las manos; o sencillamente los integrantes liberen sus miserias y la reunión que tenia como objetivo "pasar el rato" terminé transformando ese día, en el peor día  de tu vida.
Si algo de lo mencionado anteriormente, te ha pasado alguna vez será fácil que recuerdes esas situaciones al ver "Un Dios Salvaje" de Roman Polanski. Filme que adapta la obra teatral de Yasmina Reza, que si viste l Art seguramente este nombre te será familiar, u otras obras de esta autora que han sido de éxito en nuestras salas teatrales.
Un Dios Salvaje, para decirlo de  manera simple, directa y con muy buen manejo de cámara te muestra que en más de una ocasión la sinceridad se vuelve un exabrupto.
Los primeros quince minutos del relato, te hacen preguntarte qué tiene de interesante esta historia; ya que estás viendo a dos matrimonios reunidos en el departamento de uno de ellos tratando de resolver a través del diálogo amigable una pelea que hubo entre sus hijos, qué puede tener de interesante un hecho tan cotidiano y trivial se vuelve a preguntar uno desde la butaca. Sin embargo, en un momento determinado  una de las protagonistas vomita de tal forma que si te estabas quedando dormido te despierta de golpe,  porque justo ahí la narración hace su giro.  Uno de los personajes femeninos vomita literalmente en escena; pero ese no será el único vomito del cual el espectador sea testigo... Detrás de eso, cada uno de los personajes comenzará a vomitar su miseria humana; a tal punto que a medida que avanza el relato te volves a preguntar algo pero está vez pensas ¿cómo terminará esta historia? Es difícil sospechar el final cuando los cuatro protagonistas están constantemente gritandose verdades reprimidas y mostrando lo sobrados de apariencias que están.
En la vida real, en una situación así los invitados se retiraran de la casa, alguno quedará enojado con alguien por una semana o un mes, alguien hará de mediador para que la pelea o discusión finalice pero cuando haya oportunidad quien se quedó con el entripado vuelva a sacar el tema para demostrar que tenía razón. En la vida real, pueden existir varios finales para una situación similar; pero cuando de un mordaz  Polanski se trata es todo un misterio predecir el final. Incluso una vez terminada la película te quedas pensando en si el final fue el final y te preguntas y ahora qué.  O por qué no, empezas a reflexionar en si en todas las familias hay algún Dios salvaje o en si los problemas de los hijos no son en verdad problemas de los padres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario